We learn good and bad behaviors from our families of origin. As adults we must analyze what was healthy in our parent's relationship and what was destructive. Removing the destructive tendencies from our lives can take years of hard work, prayer and frequent reception of the sacraments to rid ourselves from the same behavior. A destructive behavior that many young men must identify and remove is one of control. They mistakenly perceive being the head of the family as a position of ruling over wife and family, expecting obedience and service. They think control through force, manipulation, threats, coercion and anger are the methods to be used to achieve this end. This makes for a very unhappy home.
No one wants to follow a tyrant. To be a leader, one must have a following. The best of all leaders was Jesus who has led His Church with patient love for 2,000 years through every possible persecution, scandal and cultural threat. His Church continues to grow with a following of one billion Catholics worldwide. Jesus is a gentleman and invites us to follow Him and is never controlling or manipulative. Jesus, the humble, obedient servant of the Father died for His Bride, the Catholic Church. The loving, selfless leadership of Jesus is the model for all husbands and fathers to emulate.
Share this with your spouse. As a husband, do you have a tendency to dominate and control? Be open; discuss this with your spouse. Your family wants to love you, not fear you. Attend reconciliation; ask God the Father to help you be more like His humble Son. Begin to serve your family every day in every way. You will be surprised how they will be open to following you if you love and serve them.
Aprendemos buenas y malas conductas de nuestras familias de origen. Como adultos debemos analizar qué era saludable en la relación de nuestros padres y qué era destructivo. Eliminar las tendencias destructivas de nuestras vidas puede llevar años de arduo trabajo, oración y recepción frecuente de los sacramentos para librarnos del mismo comportamiento. Un comportamiento destructivo que muchos jóvenes deben identificar y eliminar es uno de control. Perciben erróneamente que son el jefe de la familia como una posición de gobierno sobre la esposa y la familia, esperando obediencia y servicio. Creen que el control a través de la fuerza, la manipulación, las amenazas, la coacción y la ira son los métodos que se utilizarán para lograr este objetivo. Esto lo convierte en un hogar muy infeliz.
Nadie quiere seguir a un tirano. Para ser un líder, uno debe tener seguidores. El mejor de todos los líderes fue Jesús, quien ha guiado a su Iglesia con amor paciente durante 2,000 años a través de todas las posibles persecuciones, escándalos y amenazas culturales. Su Iglesia continúa creciendo con un seguimiento de mil millones de Católicos en todo el mundo. Jesús es un caballero y nos invita a seguirlo y nunca es controlador o manipulador. Jesús, el siervo humilde y obediente del Padre, murió por su Novia, la Iglesia Católica. El liderazgo amoroso y desinteresado de Jesús es el modelo que todos los esposos y padres deben emular.
Comparte esto con tu cónyuge. Como esposo, ¿tienes una tendencia a dominar y controlar? Ábrete; discute esto con tu cónyuge. Tu familia quiere amarte, no temerte. Asiste a la reconciliación; pídele a Dios Padre que te ayude a ser más como su humilde Hijo. Comienza a servir a tu familia todos los días en todos los sentidos. Te sorprenderá cómo estarán dispuestos a seguirte si los amas y los sirves.